lunes, enero 16

Lo más parecido a la ausencia de sonido, es amar en silencio. La angustia, el dolor, tienen sonido: suenan a nudo en la garganta, a lluvia y frío. El odio, tiene sonido: suena a gritos incrustados. La cobardía, tiene sonido: suena a murmullos atormentados...

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